Constituida por el propio artista en 1983, se trata de una entidad privada, independiente y sin ánimo de lucro, con una misión clara: promocionar, fomentar, divulgar, prestigiar y defender, en todo el mundo, el universo daliniano. Con sede en la Torre Galatea de Figueres, la Fundación actúa como puente entre el Empordà y el mundo, elevando lo ultralocal a una esfera universal.
Nuestro propósito
La Fundación Gala-Salvador Dalí cree que el arte es una puerta abierta a una comprensión más profunda de la existencia. Se propone contagiar el entusiasmo que siempre movió al fundador por buscar respuestas en los diferentes campos del conocimiento.
El propósito es facilitar, a las generaciones actuales y futuras, una visión holística de la vida mediante el disfrute y el conocimiento del arte. Aspira a hacer de la obra de Dalí un trampolín para impulsar el enriquecimiento personal, estimulando las emociones y la curiosidad y con la convicción de que el arte contribuye a mejorar la comprensión del significado de la existencia.
Nuestra misión
La misión es promocionar, fomentar, divulgar, prestigiar y defender en todo el mundo la obra de Salvador Dalí, sus bienes y derechos, su experiencia vital, su pensamiento y sus inquietudes, y su creación artística, intelectual y cultural, así como el impacto que ha tenido en las bellas artes, la cultura y el pensamiento contemporáneos.
Compromiso y valores fundacionales
La Fundación asume el compromiso de su fundador de elevar lo ultralocal a lo universal participando, desde el Empordà, en los cambios culturales, sociales y científicos que se producen a escala global.
Los valores de la Fundación expresan el compromiso profundo con el arte, las personas y la sociedad. Estos principios inspiran todas las actuaciones y conectan directamente con el propósito institucional:
Orientación económica y gestión eficiente de recursos
Se garantiza una gestión rigurosa y sostenible que asegura la independencia y longevidad del proyecto fundacional.
Integración con el entorno
Se establecen vínculos sólidos con el mundo cultural, científico, educativo y económico para amplificar el impacto de la obra de Dalí.
Sensibilidad, respeto y trabajo por y para el arte
Se entiende el arte como un bien común, fuente de bienestar emocional y conocimiento vital.
Coherencia y ética de la política y la gestión artística
Cada decisión se fundamenta en criterios de transparencia, responsabilidad y fidelidad al legado daliniano.
Compromiso con la calidad
Se trabaja con excelencia para ofrecer experiencias significativas, creativas e innovadoras.
Compromiso con la sociedad
Se impulsan programas que utilizan el arte como herramienta de inclusión, educación y transformación social.
Compromiso con el público
Se colocan las personas en el centro de la acción cultural, y se promueven la accesibilidad y la participación.
Gestión del talento humano de la organización
Se fomenta un entorno laboral basado en la formación continua, el reconocimiento y el trabajo colaborativo.
Respeto por la igualdad de oportunidades y la diversidad
Se promueve la inclusión y la equidad, entendiendo la diversidad como fuente de riqueza colectiva.
Origen y trayectoria de la Fundación
La Fundación Gala-Salvador Dalí fue creada por voluntad expresa de Salvador Dalí el 23 de diciembre de 1983, poco después de la muerte de Gala —su esposa y colaboradora—, con la misión de preservar, difundir y proteger su legado artístico e intelectual. Dalí presidió y dirigió la entidad hasta su muerte, el 23 de enero de 1989, momento en que el Patronato de la Fundación asumió su continuidad. Desde entonces, varias personalidades han liderado la institución, como Ramon Boixadós i Malé (presidente de 1991 a 2017) y Jordi Mercader i Miró (presidente desde 2017), manteniendo siempre la fidelidad a la visión del genio ampurdanés.
A pesar de su constitución en los años ochenta, los orígenes de la Fundación están estrechamente ligados a la gestión pública del Teatro-Museo Dalí de Figueres, considerado la última gran obra de Salvador Dalí. Inaugurado oficialmente el 28 de septiembre de 1974 sobre las ruinas del antiguo teatro municipal, este museo fue concebido íntegramente por el propio artista como una inmersión en su universo creativo.
Con los años, la Fundación creó el llamado Triángulo Daliniano en el Empordà con la apertura al público de otros dos espacios emblemáticos: el castillo Gala Dalí, en Púbol, inaugurado el 1 de agosto de 1996, y la Casa Salvador Dalí, en Portlligat, que abrió sus puertas el 17 de septiembre de 1997.
En paralelo, se han enriquecido las colecciones con más de trescientas obras adquiridas desde 1991, y se han impulsado importantes programas de investigación y restauración para garantizar el conocimiento y la conservación del patrimonio daliniano. El impacto de esta labor se refleja en reconocimientos y cifras: actualmente, los tres Museos Dalí (Figueres, Púbol y Portlligat) reciben más de un millón de visitantes anuales, lo que consolida a la Fundación como un referente internacional en la gestión cultural y la difusión de la obra de Salvador Dalí.