Una actuación de grandes dimensiones
La espectacularidad de sus dimensiones (8,8 x 13 metros) requiere una logística especial y la coordinación de un amplio equipo de restauradores y de técnicos manipuladores. El procedimiento se basa en la limpieza de la suciedad y la pulso superficial con pinceles y aspiradores, así como la consolidación de pequeños rasgones de la tela, que se hace desde un andamio a gran altura. Cuándo ha habido que descolgar el telón, la pintura al temple, aplicada de forma muy diluida, ha permitido enrollar el telón en un cilindro de 60 centímetros de diámetro e irlo guardando a medida que se limpiaba. También se ha revisado el estado de conservación de las cuerdas que aguantan el telón, las cuales, por motivos de seguridad, un técnico tramoyista ha sustituido por unas de nuevas.