La joya La cruz del ángel forma parte de la colección de joyas que la FGSD incorporó a sus fondos el año 2001 y, tras la restauración, ya puede volver a visitarse, en el espacio Dalí-Joyas, anexo al Teatro-Museo Dalí.
Es también, según Salvador Dalí, la más ambiciosa de todas las joyas y representa el tratado de la existencia, la transformación gradual del mundo mineral en el ángel. El ritmo de las espinas hace referencia al mundo animal. El mundo mineral está representado por el globo de lapislázuli; el vegetal, por el coral; y el mundo espiritual y el ser humano, por la figura de la cruz. La escultura está construida sobre la simbología del número doce: las doce espinas en correspondencia con los doce apóstoles, las doce tribus de Israel o las doce puertas de la nueva Jerusalén.
Esta joya sufrió una degradación del mineral de la base. A partir de ahí, iniciamos varias líneas de actuación, que consistieron en:
- Observación de la pieza y estudio de las posibles causas por parte de especialistas en gemología, joyería y mineralogía realizado por Noa Florensa, Montserrat Bagué y Josep M. Serrano.
- Análisis de la composición de los materiales mediante la fluorescencia de rayos X , tarea realizada por Jordi Ibáñez y Soledad Álvarez, del Servicio de Difracción de Rayos X de Geosciencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC).
- Comprobación de la causa de la afectación, para lo cual realizamos una analítica de muestras con el fin de determinar si la causa de la degradación era la presencia de bacterias. Esta tarea la realizó Joan Gutiérrez, doctorando de la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona, en colaboración con la bióloga Magdalena Brasas.
- Restauración de la base joya. El señor Joan Rosell, especialista en minerales, fue quien realizó la intervención con la colaboración de Noa Florensa.
- Conservación preventiva: una vez comprobado que un incremento puntual de la humedad fue la causa de la afectación en la base de la joya, desde el Departamento de Conservación y Restauración estuvimos adecuando la vitrina donde la pieza se halla en exposición permanente con el fin de alcanzar una humedad relativa del 30 %, que es el valor idóneo para una buena conservación de la pieza. Estas actuaciones fueron realizadas por los técnicos de la FGSD y los técnicos de SIT.
Por tanto, esta ha sido una labor de conservación y restauración realizada en colaboración con especialistas de diversas materias. A todos ellos les agradecemos su intervención y disponibilidad.