Restaurar una obra restaurada
La obra estaba almacenada en las reservas de la Fundación y desde hacía años presentaba un gran desgarrón en la parte superior central de la tela, junto a la cabeza del personaje pintado. En una restauración muy anterior se consolidó el corte aplicando un pedazo de tela por el reverso, pero los resultados no fueron satisfactorios: el pedazo se despegaba y provocaba deformaciones en la tela. Además, se colocaron bandas en el perímetro de la obra para reforzar los laterales de la pintura y tensarlos en el bastidor. Los márgenes presentaban restos de cola y de papel adheridos a la pintura, probablemente provenientes de alguna cinta de papel autoadhesivo del enmarque, y en los cuatro ángulos la tela estaba despegada y deshilachada. También se observaban pequeñas pérdidas puntuales en la capa pictórica en el rostro y en la pierna roja del personaje.
Tras el examen de la obra con varios tipos de luz, el proceso de conservación y restauración se inició con la limpieza superficial general y la eliminación del pedazo de tela medio desencolado. Acto seguido, se allanaron las deformaciones de la zona del desgarro con humedad y peso controlados y se recolocaron, uniendo hilo por hilo con un adhesivo adecuado, todas las fibras textiles deshilachadas del corte para consolidarlas.
Los márgenes de la pintura se consolidaron y limpiaron, de modo que se eliminaron los restos de cola y de papel. Por último, se estucaron y reintegraron cromáticamente las pequeñas pérdidas de capa pictórica tanto de la zona rasgada como de los márgenes, para conseguir la unidad estética de la obra.