Un reto definido por la lluvia
El problema principal que presentaba la barca era que se acumulaba el agua de lluvia en su interior, lo que había ido deteriorando la estructura de madera. Se realizó el examen de su estado y las degradaciones de los materiales: la barca de madera, los enormes soportes metálicos que la sustentan, las velas y el aparato mecánico que controla la apertura del paraguas de la parte superior del mástil. Durante casi dos meses, sobre un andamio suspendido a 14 metros del suelo, los restauradores y el equipo de técnicos coordinados por el Departamento estuvieron saneando las estructuras metálicas, consolidaron la carcasa de madera, restauraron los elementos de poliéster de la barca y limpiaron la vela y el motor que acciona el paraguas que la corona, con unos resultados muy satisfactorios.