Una amalgama de tradición y surrealismo

Dalí se siente atraído por la Venus de Milo desde su infancia, e incluso llegó a hacer una copia con barro cuando solo tenía unos 8 años. En 1936 convierte este referente de la antigua Grecia en una amalgama perfecta de tradición y surrealismo. Y lo hace de una manera transgresora, daliniana si se quiere, perforando el cuerpo de yeso de la Venus, la diosa de la belleza, el amor y la sensualidad, con seis cajones que se pueden abrir y cerrar.

Dalí da un significado a esta escultura cuando, refiriéndose a ella, afirma que «l’única diferència entre la Grècia immortal i l’època contemporània és Sigmund Freud, que ha descobert que el cos humà, que era purament neoplatònic a l’època dels grecs, avui és ple de calaixos secrets que només la psicoanàlisi és capaç de desvelar». Es probable que, con la incorporación de los cajones a su Venus, el artista quisiera evocar el subconsciente y quizá también los miedos y las contradicciones del ser humano moderno.

Otros artistas del siglo XX también se inspiran en la Venus de Milo para crear sus obras. A principios de los años veinte, los dadaístas Johannes Theodor Baargeld y Erwin Blumenfeld utilizan esta imagen en sus collages fotográficos. Algunos artistas surrealistas también sienten una gran fascinación por este icono, y así lo demuestra René Magritte con la escultura Las esposas de cobre, de 1931. El Museo Ready de Bruselas y el Museo de las Artes Decorativas de París presentaron en 1973 la exposición «La Venus de Milo o los peligros de la celebridad» para señalar la influencia que esta escultura ha ejercido en los artistas contemporáneos, y también en Dalí.

La presentación de la Venus de Milo con cajones en Nueva York

En 1939 el artista presenta la Venus de Milo con cajones en Nueva York, en una exposición individual que tiene lugar entre los meses de marzo y abril en la Galería Julien Levy. En este momento Dalí añade dos llaves colgadas del cuello de la diosa, unos elementos que resultan especialmente simbólicos y que, al igual que los cajones, remiten a la iconografía más genuina de su pintura surrealista.

En la pintura de Dalí, las llaves se detectan inicialmente en La memoria de la mujer-niña, de 1929, y los cajones aparecen a partir de 1934 en obras como Arpa invisible o Singularidades. Es posible que el artista signifique las llaves de la Venus de Milo con cajones como una metáfora visual del psicoanálisis para acceder al subconsciente oculto de los «cajones» de las personas.

No obstante, en la Galería Julien Levy, Dalí presenta esta escultura en el marco de una instalación, decorada con más llaves y motivos dalinianos, que reproduce a pequeña escala el Trilón y el Perisferio, dos estructuras monumentales diseñadas por los arquitectos Wallace Harrison y J. Andre Fouilhoux para el Centro Temático de la Exposición Universal de Nueva York, inaugurada en abril de 1939. Para esta exposición, Dalí diseñó el pabellón Sueño de Venus, con una fachada presidida por una gran Afrodita con cabeza de pescado inspirada en El nacimiento de Venus de Botticelli. No obstante, el comité organizador censuró esta imagen transgresora y Dalí reaccionó reivindicando los derechos del artista en su Declaración de la independencia de la imaginación y los derechos del hombre en su propia locura.

Declaración de la independencia de la imaginación y los derechos del hombre a su propia locura, 1939. © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2018.
La Venus de Milo con cajones expuesta, 1936. © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2018.

Una Venus de Milo con cajones única para el Teatro-Museo Dalí

En 1964 Dalí autorizó una edición limitada de bronces de la Venus de Milo con cajones, y uno de estos ejemplares es el que se conserva actualmente en la colección permanente del Teatro-Museo Dalí de Figueres. Se trata de una pieza que el artista dotó de unas características únicas que la distinguen del resto de los bronces de la edición. Con este gesto es muy probable que quisiera convertir esta escultura en una especie de obra única destinada a permanecer para siempre en su museo.

Dalí quiso que uno de los bronces de la Venus de Milo con cajones, en particular el identificado como «Exemplaire Gala Dalí» («Ejemplar Gala Dalí»), formara parte de las obras expuestas de manera permanente en su Teatro-Museo Dalí de Figueres. A diferencia de la escultura de yeso de 1936 y del resto de los bronces de la edición de 1964, este ejemplar no incorpora los pompones que complementan el tirador de cada uno de los cajones. Con este gesto creativo, es probable que Dalí quisiera distinguir la obra de su museo de los otros bronces que se conservan en todo el mundo. Tal vez, pretendía convertir esta escultura en un ejemplar único que condensara la fisonomía de la obra de 1936, pues los pompones se añadieron con posterioridad.

El artista sitúa esta escultura en el primer piso de su Teatro-Museo, un corredor semicircular en el que el visitante también puede contemplar otros referentes evocadores de la génesis de esta escultura. Especialmente, la vitrina con El mito trágico del Ángelus de Millet y el busto de Sigmund Freud, que corona el espacio dedicado a Moisés y el monoteísmo, dos referentes imprescindibles para comprender la aportación de Dalí al surrealismo.

La Venus de Milo con cajones de bronce que pertenece a la colección propia de la Fundación Gala-Salvador Dalí © Salvador Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí, Figueres, 2018.

Exponer la Venus de Milo con cajones en el siglo XXI

La Venus de Milo con cajones, de 1936, es una escultura de yeso que en la actualidad se conserva en el Instituto de Arte de Chicago. Se trata de una obra de arte excepcional y única, y también es una pieza muy delicada por la fragilidad de sus materiales. En 2022 la Fundación Gala-Salvador Dalí solicitó a esta institución estadounidense el préstamo de esta obra para una exposición temporal en el Teatro-Museo Dalí. No obstante, lo que pidió fue un préstamo digital, con el fin de no perjudicar la conservación de la obra.

La exposición temporal «Transgrediendo la Venus», organizada por la Fundación Gala-Salvador Dalí en el año 2022 en el Teatro-Museo Dalí de Figueres, reunió, de manera excepcional, la Venus de Milo con cajones de yeso de Chicago y el bronce de la colección propia.

Esto fue posible gracias a la presentación de la escultura del Instituto de Arte de Chicago en formato digital mediante una tecnología de última generación. Se llevó a cabo una creación holográfica producida con fotografías de alta resolución de la escultura en la que se interpoló digitalmente una animación en 360°. Esta creación tridimensional se proyectó en una pantalla LG T-OLED transparente y permitió a los visitantes apreciar todos los detalles de la obra conservada en los Estados Unidos desde una de las salas del Teatro-Museo Dalí de Figueres.

Con este préstamo digital, la Fundación Gala-Salvador Dalí quiso apostar no solo por la implementación de recursos tecnológicos dentro del ámbito expositivo, sino también por la sostenibilidad de los préstamos internacionales y por la preservación y conservación de las obras de arte originales.

Fotografia de Hansel Mieth con Salvador Dalí y Edward James en la inauguración de la exposición Salvador Dalí 1939 en la Julien Levy Gallery de Nueva York, 1939. © Hansel Mieth/The LIFE Picture Collection/Shutterstock.

¿Quieres saber más?

Si quieres saber más sobre esta transgresión daliniana, te ofrecemos a continuación todo lo relacionado con la exposición de esta mítica obra de arte: Transgrediendo la Venus.

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