Noticias. Exposición en el Teatro-Museo dedicada a Anna Maria

Figueres, 17 de julio de 2007

Han participado en la presentación Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos, y Antoni Pitxot, director del Teatro-Museo, ambos patronos de la Fundación Dalí.


A partir de hoy los tres óleos de la colección privada también se pueden ver en el Catálogo Razonado en línia de la Fundación Dalí, cumpliendo uno de los principales objectivos de la Fundación Gala-Salvador Dalí: la catalogación total de la producción daliniana, una tarea que lleva a cabo el Centro de Estudios Dalinianos.


Las obras que forman parte de esta exposición, que podemos contemplar en la Sala de las Pescaderías del Teatro-Museo, son piezas de juventud del artista, momento en que el paisaje y la familia son temas habituales, pero en que al mismo tiempo Dalí busca un lenguaje personal. Este proceso creativo se basa en la superposición de capas de influencias, en giros bruscos de orientación estilística, en las novedades formales o en la evolución de las formas y los colores.

Uno de los modelos preferidos del joven Dalí es su hermana, Anna Maria. Ella misma nos cuenta: “Durante las horas que le servía de modelo yo no me cansaba de observar este paisaje que desde entonces ha formado parte de mí misma. Mientras me pintaba, estaba cerca de una ventana, y por esto mis ojos tenían tiempo de entretenerse en los más pequeños detalles”.

Anna Maria Dalí se nos presenta mediante diversos retratos. Uno de ellos, y hasta hoy inédito, es el Retrato de la hermana del artista pintado seguramente en el mismo momento, el año 1920, que Retrato de mi padre. En este último se puede ver una figura femenina que sujeta un bol de frutas en sus manos, Anna Maria a los 12 años, dato que nos permite situar este retrato, con Cadaqués al fondo, hacia el año 1920. Dalí lo pinta a modo del Autorretrato con cuello rafaelesco, de técnica marcadamente impresionista, seguramente en el estudio que su padre alquiló al lado de la casa de Es Llaner, donde la familia veraneaba y que se convirtió en la residencia de Anna Maria al fallecer el padre.

Acompañando este retrato, desconocido hasta hoy, encontramos las obras Retrato de la hermana del artista, c. 1923, Retrato de mi hermana, 1925, pertenecientes a la colección de la Fundación Gala-Salvador Dalí, y dos óleos más que desde 1927 únicamente se habían visto en reproducciones fotográficas en blanco y negro de la época. Nos referimos a Muchacha cosiendo, 1926 y Anna Maria, 1926.

Dalí expone por primera vez Muchacha cosiendo en el Saló de Tardor celebrado en la Sala Parés en 1926. A finales del mismo año, en las prestigiosas Galeries Dalmau de Barcelona, del 31 de diciembre de 1926 al 14 de enero de 1927, donde presenta un conjunto de 7 dibujos y 23 pinturas, entre les que destacamos Anna Maria (pintura sobre cobre), Muchacha cosiendo, y dos de los tres dibujos que aparecen con el título Estudio para el cuadro Anna Maria, obras que podemos ver a partir de hoy y durante dos meses en el Teatro-Museo Dalí de Figueres. El impacto de aquella exposición en la prensa fue notorio. M. A. Cassanyes en L’Amic de les Arts comentaba: “[...] Si la primera exposición de Salvador Dalí, en el año 1925, fue buena y reveló un gran temperamento pictórico, la de 1926 ha sido mejor y ha incluso superado las esperanzas que la primera creó; debe decirse así y mover la obra de Dalí arriba como un banderín de reclutamiento, mal pese a los estadizos oráculos de incomprensivas capillas, trapos provincianos a los que la envidia ciega el talento”. [...] Cuando este sentido formalístico es, sin embargo, vivificado por una contemplación aguda y pregona, entonces Salvador Dalí consigue la creación de telas tan excelentes como esta “Muchacha cosiendo” aquí reproducida, de forma precisa, lúcidamente compuesta y ordenada, llena de vida contenida y de la penetradora dulzura, en la que incluso las influencias, naturales en el trabajo de un artista joven (no cuesta mucho descubrir en este cuadro directrices de Severini y de Schrimpf) han sido saludablemente asimiladas y puestas a contribución de una tela muy característica y personal”.

Anna Maria (pintura sobre cobre) y una de las otras pinturas Cesta del pan, presentada también en aquella muestra, fueron expuestas en 1928 en el Carnegie Institute de Pittsburg en la Twenty-Seventh International Exhibition of Paintings. La misma Anna Maria nos explica la acogida que tuvieron: “El éxito de esta exposición no sólo fue de prensa y venta, sino que el conjunto de la obra expuesta llamó la atención en el extranjero. Un delegado del Instituto Carnegie vino a Figueres para llevarse dos cuadros a la exposición de Pittsburg, cuadros que obtuvieron un éxito definitivo. La Cesta del pan fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de aquella ciudad y si no adquirieron el titulado Anna Maria fue porque el padre, puesto que era un retrato mío, no quiso venderlo”.

Además de las obras mencionadas, la exposición se completa con las siguientes obras de la Fundación Dalí: dos estudios para Muchacha cosiendo de 1926, el dibujo Anna Maria durmiendo, c. 1926 y Estudio para Anna Maria también de 1926. Gracias a esta oportunidad, con esta muestra se pretende rendir homenaje a Anna Maria, la hermana del pintor, y ofrecer un valor añadido a la visita nocturna al Teatro-Museo Dalí de Figueres, que en esta 16ª edición abre sus puertas desde el 28 de julio al 2 de septiembre de 10 de la noche hasta a la 1 de la madrugada.

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El retrato inédito de Anna Maria El retrato inédito de Anna Maria

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